Mis 9 deseos para ti en esta Navidad desde el Abismo

Mis 9 deseos para ti en esta Navidad desde el Abismo

Estaba preparando un post sobre esas estrategias contra la adversidad de las que os hablaba cuando, casi por sorpresa y arrebatadamente, me ha sorprendido la Navidad. A pesar de que van a ser unas fiestas muy difíciles, especialmente para mi familia, también es cierto que estamos todos sanos gracias a Dios. A pesar del imposible “vuelve, a casa vuelve por Navidad”, nos mantenemos mental y sentimentalmente unidos como nunca. Esto me parece un motivo suficiente para celebrar la Navidad, ¿por qué voy a recrearme en lo malo? Además, me apetecía mucho utilizar “Amanecer en el abismo” para felicitaros a todos las fiestas, por tantas muestras apoyo y afecto y mandaros mis mejores deseos. Es muy probable que esta sea la primera vez que un reo os felicita las Navidades, así que os confieso que me voy a esmerar en hacerlo bien.

Pues, como os decía, haciendo esquemas y rematando ideas andaba, peleándome con las dichosas estrategias en una orgía de tachones en papel de libreta sobre mi maltrecha y astillada letra, cuando he reparado que aun sin saber muy bien cómo, he llegado a ellas y me están ayudando mucho en estas circunstancias. He pensado entonces que tal vez os podrían resultar útiles también a vosotros, especialmente a los que han pasado un mal año o andan navegando una tormenta.

Aunque me dedicaré más a fondo a ellas y os iré contando como las despliego en mi día a día en prisión, en esta Navidad, he decidido entregaros un anticipo de estas estrategias, dotandolas, eso sí, de una textura más navideña y convirtiéndolas en mis mejores deseos para vosotros y al mismo tiempo para mi mismo.

1. Cultiva los sueños

En la cárcel no hay mar ni montañas, apenas tengo un trozo de cielo y todo lo que quiero queda lejos, pero eso no me impide soñar ¿Qué saben los sueños de muros y fronteras? ¿Quién puede poner freno a tu imaginación? Soñar es el principio de todo. Sueña, visualiza, imagina lo que quieres ser y hazlo con precisión y constancia, cuanto más lo hagas, más poderosa será la tensión que se produzca entre la realidad y tus sueños. Soñar es como sembrar estrellas que un buen día pueden acabar brillando en tu jardín. Creo que fue hace ya una década, recuerdo a mi querido y valiente amigo Juan Carlos Sanjuan, soñador incansable a quien muchos cuestionaban (solemos ser tan necios y envidiosos), cuando en un momento de escasez en su vida y tras varios proyectos que no acaban de despegar me dijo con un brillo febril e irrepetible en su mirada: “Isaac voy a empezar tematizando un pequeño hostal (con pasado de club de alterne) pero voy a montar una cadena hotelera”. Casual Hoteles fue “una estrella sembrada” que había sido largamente soñado por su creador antes de que se pusiera el primer ladrillo y ahora es una realidad.

Deseo que tú también sueñes por encima de tus muros, que siembres estrellas y que sientas esa realidad adyacente a tu imaginación, como una premonición alentadora de lo que puedes conseguir.

2. Pasa a la acción.

Impartiendo una de mis clases aquí dentro y hablando sobre ilusiones y sueños, uno de mis ilustres alumnos intervino en un alarde de lucidez y compartió con nosotros un viejo dicho que solía repetirle su madre: ‘'Hijo, para conseguir tus sueños primero tienes que despertarte”. En prisión, como te imaginarás, se han acotado mucho las posibilidades de “moverme”, pero sigo teniendo cancha. Puedo leer, aprender, enseñar, correr (en círculos, pero correr), ayudar, escribir, tocar la guitarra, conocerme mejor, prepararme, animar a mi familia y amigos… Puedo trazar un plan en el marco de mis posibilidades y ejecutarlo para alcanzar mis objetivos y mis sueños. La voluntad es lo que mueve el mundo. Y sí, ya lo sé, a menudo es escurridiza y volátil, pero como dice un buen amigo, sólo “cuando haces cosas, pasan cosas”. Átate fuerte los cordones de esas zapatillas y ponte a caminar con firmeza dando un paso detrás de otro.

Deseo que encuentres la voluntad para empezar a actuar. Que sientas que te mueves en la dirección correcta. Que te escuches a ti mismo diciendo eso de “es hora de pasar a la acción” y que esa voz firme y asombrosa te conduzca poco a poco hasta tus sueños.

3. Narra tu propia historia.

No estoy yo para ejemplificar, pero este blog me parece una buena referencia. Decidí contar mi historia tal como yo la veo y no dejar que nadie la contara por mí. Lo seguiré diciendo, creo en el poder curativo de escribir. Cómo construimos el relato de lo que nos pasa, va a ser crucial en la gestión de cualquier desafío o adversidad. Cualquier historia tiene tres actos principales: inicio, nudo y desenlace. La manera de interpretar el principio de nuestra historia (inicio), como respondemos al desafío ante determinada situación difícil (nudo) y como; tras pasar por alguna avatares y equivocaciones, encontramos finalmente la solución (desenlace).

Cojamos cualquier historia o cuento al azar, Caperucita Roja por ejemplo. Caperucita se adentra en el bosque camino de la casa de su abuelita (inicio), se encuentra con un lobo listo y desalmado que utiliza argucias para comérsela (nudo) y Caperucita consigue finalmente escaparse (desenlace). Pero seamos originales y pensemos ahora en la versión del lobo si fuera él quien narra el cuento. Podría ser algo así: me adentro en el bosque en busca de comida para mi manada (inicio), encuentro un humano; una especie superior en mi escala de depredación y con la que compito normalmente en desventaja (nudo) e intento cazarlo con toda la inteligencia que me ha dado Dios y perezco irremediablemente como un héroe en el ejercicio de mi deber como cabeza de la manada (desenlace).

Deseo que tomes el control de tu historia y que narres lo que quiera que estés viviendo hasta encontrar el relato que te hace sentir mejor y que más te realiza y completa. Y que, cuando lo encuentres, te lo repitas como un eco tenaz y testarudo.

4. Habla más contigo.

“Salgo a pasear por dentro de mí” - Extremo Duro (Canción Buscando una luna).

Ya lo sé, tú no tienes una celda para ti sólo donde disfrutar de un retiro obligado y a buen seguro tu mundo no se ha detenido. Tu tienes la obligación de seguir con tu trepidante vida. Pero, un momento, también es cierto que son muchos los ratos que pasas solo: al amanecer, en el coche o en el autobús, en los ratos de aseo, en la antesala del sueño, en una sala de espera… ¿No crees que puedes sacar más partido al tiempo que pasas reunido contigo mismo? Sin duda, si lo ejercitas puedes poco a poco  aproximarte a un estado de exploración sistemática de ti mismo que te ayude a conocerte mejor. Como una introspección que eleve cada vez más el nivel y la profundidad de la conversación contigo. Si además lo acompañas de una respiración adecuada ya pasamos a otro terreno. Mi amigo Jaime López-Chicheri, me recomendó en sus luminosas y alentadoras cartas que me adentrara en el mundo de la meditación y, muy despacito y torpemente, lo estoy haciendo con sorpresa y admiración. Él, sin duda, os puede mostrar el inicio del camino. Por cierto, GRACIAS brother por la buena onda que siempre me envías. No cambies.

Deseo que encuentres la manera de establecer una conversación íntima y reconfortante con esa parte de ti que intuyes y que lleva siglos esperándote. Ese alguien que habita en ti y que te trasciende.

5. Encuentra sentido al sufrimiento.

“He sido un hombre afortunado, nada en la vida me fue fácil” - Sigmund Freud

Creo que el sufrimiento está infravalorado. Estoy en prisión y eso supone un enorme sufrimiento. A fuerza de verme obligado a gestionarlo, he tenido que establecer una relación con él más cercana y profunda que me ha permitido conocerlo mejor e incluso asimilarlo. El sufrimiento sobrevenido me ha ayudado a encontrar en mí mismo una dimensión de fortaleza y coraje que nunca hubiese soñado poseer. Cuando estés muy jodido, en el hoyo, de mierda hasta el cuello, noqueado… No olvides que es justo ahí, en el sufrimiento, en el lugar donde con mayor probabilidad puede surgir el valiente que todos llevamos dentro.

Es devastador ver cómo la mayoría de los presos se bloquean, se dejan llevar por la tristeza, se deprimen y desesperan al enfrentarse a la privación de libertad. Pero también es verdad que unos pocos encuentran en la cárcel un proceso depurativo y transformador en el que el tiempo se aprovecha para encontrar un nuevo sentido a la vida. Volvernos a lo mismo… es cuestión de actitud.

Ojo, cuando no es sobrevenido, tampoco nos libramos del sufrimiento. Es el camino difícil, pero el camino de cualquier logro. El sufrimiento y la lucha son viejos conocidos de cualquier deportista de élite, emprendedor o de cualquiera que persiga sus sueños.

Deseo que encuentres la predisposición para sufrir y la resistencia para soportarlo y sobre todo que en la lucha te invada la certeza de que ese dolor es el único y verdadero amigo que te llevará al siguiente nivel.

6. Disfruta.

Dos ideas reinan en la prisión: escasez y carencia. No es un queja, entiendo que es lo normal en la condición de penado. En una lista insondable que sigue creciendo se amontonan como reproches las cosas que he tenido siempre al alcance y que demasiado a menudo no he disfrutado como debiera: recoger del colegio a mis hijos, hacer running en el atardecer de mi ciudad, un almuerzo temprano con los amigos, una copa de vino, una barbacoa etílica con guitarra, un baño caliente, despertar junto a la mujer que amo, acariciar a mi perro, navegar o sumergirme en el mar, en fin... tantas cosas.

Ahora disfruto del silencio de mi celda, me relamo con los recuerdos, disfruto de un rayo de sol, de un libro, de una charla… Me concentro en recrearme y saborear estrictamente lo que tengo.

Me siento como Borges en su poema “Instantes”, pero sustituyendo el primer verso por “si no estuviera en prisión”.

Deseo que esta confesión despierte en ti, ahora que puedes, la necesidad de disfrutar a conciencia de todo lo bueno que te rodea.

7. Arrima el hombro

Cierra un momento los ojos y revive la sensación que produce ayudar a alguien. Contribuyendo, aunque sea mínimamente, a aliviar su dolor, su incertidumbre o su pobreza. Eso sí que es un “EFECTO WOW”. En la cárcel se concentra la tristeza, la desesperanza y el sufrimiento. Y, aunque yo también tengo mis inevitables dosis de sufrimiento, me siento fuerte y afortunado y siento la responsabilidad de compartir un poco de la luz con la que ilumináis mi camino. Os aseguro que dando clases de inglés o desarrollo personal aquí dentro me siento tan realizado como cuando daba clases en el IE Business School. Cuando consigo con la comunicación y el marketing transmitir algo de esperanza, me siento el tío más afortunado del mundo por haber elegido esa profesión.

Deseo que revivas ese extraordinario y resplandeciente “efecto wow” y que lo busques cada vez más en tu día a día hasta que se convierta en algo felizmente ordinario.

8. Despliega tu afecto

El afecto es el mecanismo más poderoso frente a la adversidad. Para mí, sin duda, es el avituallamiento estrella en esta larga noche que me está tocando atravesar. Los humanos sobrevivimos y nos adaptamos gracias a la inteligencia, pero sólo el corazón nos hace hombres. Alimenta tu lucha pensando en los que quieres. Amarles y recibir su afecto es lo único que puede conseguir un verdadero y resplandeciente amanecer en el abismo.

Deseo que seas más consciente que nunca de esta idea y que la promuevas con obstinación, sobre todo si atraviesas un momento difícil.

9. Toma el control

Cualquier plan necesita un “panel de control” donde medir su avance. De algún modo, tendríamos que ser capaces de evaluar en qué medida implementamos las estrategias anteriores en el tiempo (en este caso deseos) y como nos acercamos a los objetivos marcados. Qué tiempo invertimos en cada una de estas estrategias, a qué ritmo tachamos en nuestra larga lista las cosas que nos quedan por hacer y cuáles son las “alarmas tempranas” que nos advierten de que nos estamos desviando del rumbo. Abordaré este tema de una manera más práctica, pero de momento aquí va mi último deseo para ti (y para mi) en estas Navidades.

Deseo a toda costa y, como diría Mandela, que consigas ser cada vez más el Capitán de tu alma y el dueño de tu destino.

¡FELIZ NAVIDAD!

Creatividad “taleguera” para vencer

Creatividad “taleguera” para vencer

Estás justo a tiempo

Estás justo a tiempo